Comentario
Cicerón consiguió que el Senado revocara la decisión anterior aprobada a instancias de M. Antonio sobre el cambio de provincias. Por ello, Antonio dejaba de tener derechos sobre el gobierno de la Cisalpina para el año 43 a.C.
La respuesta de Antonio fue la de resolver la disputa por las armas situándose así fuera de la legalidad vigente. El ejército de Bruto fue cercado en Módena por el de M. Antonio. Los dos cónsules, Hircio y Pansa, acudieron en ayuda de Bruto. Y a su lado estaba Octaviano con el apoyo de un ejército particular de 3.000 hombres reclutado a sus expensas, además de las dos legiones de M. Antonio que se habían pasado a su bando. El propio Cicerón defendió la legalidad del procedimiento de reclutar un ejército personal alimentando que la situación excepcional por la que pasaba la República exigía cualquier tipo de apoyo y, para darle mayores visos de legalidad, Octaviano fue nombrado pretor, magistratura anterior al consulado y que no le hubiera correspondido en una situación normal.
M. Antonio escapó con dificultad de la batalla perdida en Módena. Los dos cónsules perdieron la vida y, en el momento de reconocer méritos y de asignar honores por el éxito de las operaciones militares, Octaviano quedó relegado. Tal decisión marca la ruptura de Octaviano con los republicanos. Nos dice Suetonio (Aug., XXVI) que Octaviano envió entonces a uno de sus centuriones al Senado para reclamar uno de los consulados vacantes y que, ante las dudas del Senado, el centurión mostrando su espada dijo: "Si vosotros no lo hacéis cónsul, ésta se encargará de hacerlo". Y ante tal argumento, el Senado accedió a nombrar a Octaviano y a Quinto Pedio, un cesariano, como cónsules. Así, desde la posición de un simple particular, Octaviano había alcanzado la máxima magistratura en sólo un año.
Desde la nueva posición de fuerza, Octaviano estuvo en condiciones de separarse de la tutela de los republicanos y de iniciar una trayectoria propia en el grupo de los cesarianos. Su colega Pedio promulgó una ley contra los asesinos de César, que quedaban privados del fuego y del agua, revocando con ello la amnistía del 17 de marzo del año anterior. Rehabilitó políticamente a importantes cesarianos, entre los que se encontraban Lépido, Dolabela y el propio M. Antonio. Y, simultáneamente, mantuvo negociaciones con los líderes cesarianos que condujeron a la creación del Segundo Triunvirato. La guerra de Módena, urdida por Cicerón con gran maestría, terminó dando unos resultados contrarios a los deseos del gran estadista republicano.